domingo, 13 de mayo de 2012

Sobre la autora y su novela 

(Emily Jane Brontë; Thornton, 1818 - Haworth, 1848) Poetisa y narradora británica, autora de una única y extraordinaria novela que le dio celebridad, Cumbres borrascosas (1847), considerada una de las mejores narraciones en lengua inglesa y la obra maestra de la narrativa romántica victoriana.
Emily Brontë era la tercera hija de un párroco anglicano de origen irlandés, hombre excéntrico y cerrado. Cuando en 1821 murió la madre, la familia contaba con cinco niñas y un muchacho, prole enfermiza, muy precoz y llena de ímpetus artísticos. La tuberculosis no tardó en llevarse a las dos hermanas mayores. Las otras, confiadas a los ásperos cuidados de una tía materna, vivieron años solitarios entre la salvaje y desolada vegetación del país; el espíritu de la pequeña Emily comenzó a descubrir, en el silencio y en las voces de aquella naturaleza, místicas y sobrenaturales correspondencias; a percibir, en los grises acontecimientos de sus días, vibraciones metafísicas y demoníacas, y a experimentar, en el verdadero corazón de la soledad y la melancolía, mudos éxtasis de alegría silvestre.
                                                                                      
Emily compartía la pasión por la poesía y la lectura con sus dos hermanas: Charlotte, más serenamente romántica y sutilmente irónica, y Anne, apacible y dulce.



Novela:
Cumbres Borrascosas 

a épica historia de Catherine y Heathcliff, situada en los sombríos y desolados páramos de Yorkshire, constituye una asombrosa visión metafísica del destino, la obsesión, la pasión y la venganza. Publicada por primera vez en 1847, un año antes de morir su autora, esta obra rompía por completo con los cánones del ”decoro” que la Inglaterra victoriana exigía a toda novela -tanto en el tema escogido como en la descripción de los personajes- y con la conducción autor-lector impuesta por las obras serializadas. Diversas extrañas la calificaron de ”burda, desagradable y alarmante”, pero en ningún momento se dudó de la singularidad de su estructura narrativa y de la fuerza de su lenguaje. Son estos valores los que con posterioridad crearon escuela y convirtieron la novela de Emily Brönte en una de las obras maestras de la literatura universal. 

”Con un par de pinceladas Emily Brontë podía conseguir retratar el espíritu de una cara de modo que no precisara cuerpo; al hablar del páramo conseguía hacer que el viento soplara y el trueno rugiera.” 
VIRGINIA WOOLF.



























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